A veces siento que mi vida cambia de rumbos… siento el viento correr por mi cara. ¿Que debería hacer? ¿Dar la espalda? O definitivamente dejarme llevar por lo que escriben mis dedos, mis ganas de amar y mi deseo de pasión no siempre llegan al destino marcado. Sueño, pienso, necesito y quiero. También tengo miedos, esos miedos que nos paralizan y esa adrenalina que corre por mis venas… será que siiii. Será que no, no quiero ser cursi y escribir frases como el destino decidirá, no quiero un destino no quiero volver a empezar.
Tengo necesidades que mi vientre añora lo que algún día tuvo que ser… ¡quizás! Si quizás ahora sea pero este miedo me vuelve a paralizar….. Te busco, te encuentro, me escribes te escribo, no me hablas… ¿porque no me has hablado? Si escucharte es lo que quiero. Cuantas veces tengo que dejar de sonreír para poder llorar, cuantas veces me darás tu hombro y me dejaras llorar. Cuantas veces me dirás que me amas y me dejaras amar.
He ahuyentado esta noche de mi mente todo pensamiento. No busco razones, tan sólo el placer que tu ser me proporcione. Tal vez no te conozco lo suficiente, pero ya por ti mi corazón palpita. Eres un descubrimiento tan reciente, pero en mi vida tienes muchas raíces. Me he perdido en tu rostro angelical porque refleja la ternura con que sueño...
No quiero hoy ruidos ni luz que me distraiga, sólo silencio... un espacio y un tiempo infinito, para que tú lo llenes... Quiero soñar contigo, quiero extasiarme con cada palmo de nuestros cuerpos, quiero imaginarme frente a frente, inmóviles mis ojos en tus ojos, subyugados ambos, los tuyos y los míos, en un lenguaje explicito y silente; recorriendo tus labios, con la tímida yema de mis dedos. Aproximando mis labios a tu boca, escasamente rozándolos. Besando sin malicia, sin violencia, ni pasión, apenas con ternura.
Adivinarme cerca de ti, inhalando el aire que respiras; junto a ti sintiendo la tibieza de tu cuerpo, a ti abrazada, dibujando mi cintura, descansando en tu pecho, al arrullo de tus latidos. Entrelazando tus manos, sintiendo sobre mi piel tu suave tacto. Durmiendo a tu lado y despertando contigo entre tus brazos. Irrumpiendo en tus sueños y guiando tus deseos, haciéndome imperceptiblemente a tu cuerpo y a tu alma, con la suavidad del más dulce sentimiento.
La Frase del día: Uno está enamorado cuando se da cuenta que la otra persona es única. (José Luis Borges.)
sE sAbE/ hE dIcHo
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